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Individualidad y pacto

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“El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo” (Friedrich Nietzsche) En 1860, una de las primeras defensoras de los derechos de las mujeres, Elizabeth Cady Staton, afirmó en un discurso en la American Anti-Slavery Society que “hay una clase de matrimonio que aún no se ha intentado, la del contrato entre partes iguales que lleve a una vida de igualdad, con iguales restricciones y privilegios para ambas partes”. Con estas palabras, ya en esa temprana época, esta autora dejaba en evidencia un gran problema en las relaciones matrimoniales, los contratos o matrimonios pactados, habitualmente se hacían en función del varón y no de la mujer. De hecho, muchas autoras sostenían que el matrimonio, tal como estaba concebido, era una institución en la que sólo una parte, el marido, ejercía un poder similar al de esclavista sobre su espos

Los varones, la depresión y su efecto en la pareja


Sentirse triste es una cosa, algo muy distinto es la depresión que es una condición médica seria. Algunos varones perciben la depresión como señal de debilidad personal o como una condición que puede ser controlada por la voluntad. La realidad es muy distinta al mito que se transmite en relación a esta enfermedad.

Un depresivo no se puede curar a sí mismo

Creer que alguien que padece de depresión se puede curar solo o por efecto exclusivo de su voluntad y deseo es un error. Es importante entender que una persona con depresión necesita ayuda profesional. La depresión se sana, en algunos casos, con medicinas en otros con psicoterapia, y en muchos, con una combinación de terapia farmacológica y psicológica.
En el contexto de la depresión es común escuchar frases como:
  • ¡Anímate! ¡Tú puedes!
  • Es cuestión de que te propongas mirar las cosas desde una perspectiva distinta.
  • Solo tienes que mirar el lado positivo de la vida.
  • Confía más en Dios, de seguro que te falta fe.
  • Deberías darte un descanso y se te va a pasar.
Todas estas frases dichas en diferentes tonos y en contextos distintos, lo único que logran es deprimir más a la persona. No lo ayudan, en algunos casos es peor, porque desanima el intentar soluciones populares y seguir sintiendo la misma sensación de agobio existencial que acompaña al depresivo.

Varones y depresión

En estudios realizados en EEUU se observó que en el período de un año cerca de un 7% de los hombres se deprime (unos 6 millones de hombres), en relación al 12% de las mujeres. Sin embargo, no significa necesariamente que los varones se depriman menos que las mujeres, puesto que lo que se ha descubierto en otros estudios paralelos es que a los hombres les cuesta reconocer, aceptar y buscar ayuda en una escala mucho mayor que a las mujeres; eso quiere decir, que es probable que el número de varones deprimidos sea igual o superior a las mujeres, pero no lo aceptan, no reconocen sus síntomas, o, peor aún, sabiéndolo no buscan ayuda.
El Instituto Nacional de Salud Mental (National Institute of Mental Healt -NIMH), realizó análisis para determinar cuánta conciencia tienen los varones respecto a los síntomas de depresión. Los resultados mostraron que la mayoría de los hombres entrevistados no tenían conciencia de estar viviendo síntomas de depresión. La mayoría no vinculaba “los dolores de cabeza, trastornos digestivos, y dolor crónico” con la depresión.
En el mismo estudio se mostró que los varones manifestaban mucha preocupación de visitar a un profesional de la salud mental o ir a una clínica especializada para ser diagnosticado y ayudado, el mayor temor era lo que podrían pensar las demás personas y que la información se pudiera filtrar poniendo en riesgo su empleo, alguna potencial promoción o incluso el seguro médico. Por otro lado, desde el punto de vista social todos manifestaban miedo de perder el respeto de la familia, amigos o de la comunidad en caso de ser diagnosticados de algún padecimiento mental.

Varones, depresión y pareja

Cuando los hombres depresivos están en pareja, en muchos casos, se produce una mezcla explosiva porque no están en condiciones para salir del problema en que se encuentran, en parte, porque sus estereotipos, prejuicios y temores particulares no les ayudan a encontrar salida a la situación generando tensión al interior de la relación de pareja.
Los varones tienden a negar o esconder los síntomas depresivos, en parte por el miedo al rechazo o por el falso concepto de creer que deprimirse es un signo de debilidad.
Las mujeres, en cambio, tienden a asumir en general los síntomas personales y no logran entender cómo es que los varones hacen todo lo contrario, eso genera tensión emocional, conflictos, relaciones problemáticas y falta de comprensión mutua respecto a la situación. Es común que los hombres se defiendan sintiendo que están siendo atacados y las mujeres se retraigan creyendo que están siendo dejadas de lado en el contexto angustioso que su pareja está viviendo. Todo lo que tiende a complicar el cuadro depresivo.

Varones depresivos y ayuda

El primer gran paso para salir de la depresión es reconocer los síntomas, aceptarlos y pedir ayuda. Esto que parece tan simple es un paso gigante para muchos varones que por cuestiones culturales no están dispuestos a pedir ayuda psicológica, especialmente porque consideran que eso es señal de debilidad o porque creen que no lograrán encontrar comprensión para sus problemas.
Sin ayuda no se sale. Lo primero que es necesario hacer es educar a los hombres para entender que depresión y virilidad no tienen nada que ver. La depresión es una enfermedad, y como tal debe ser atendida en ese contexto. Enseñar es el primer paso para ayudar.

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez
Se prohíbe la reproducción total o parcial del presente 
artículo sin la autorización expresa del autor.
Originalmente publicado en Suite 101

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